Tema: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral

1. Proceso histórico que antecede el Sínodo:

La primera persona a señalar para la cuestión de la Amazonia fue el Papa Pablo VI, en los años 70, cuando dijo: "Cristo apunta a la Amazonia".

Dos años después, en 1972, en la ciudad de Santarém, la Iglesia de Brasil decidió basar su acción pastoral y evangelizadora en dos directrices:

ü  la Encarnación en la realidad, por el conocimiento y la convivencia, en la sencillez

ü  la Evangelización Libertadora.

Esta acción evangelizadora favoreció el crecimiento de una Iglesia más local, ministerial, laical y misionera.
Al celebrar los 40 años desde el Documento de Santarém, la Iglesia en la Amazonia hizo memoria, manifestó la continuidad de su marcha como discípula misionera del Reino, enfrentándose valerosamente viejos y nuevos desafíos (Santarém: memoria y compromiso, 2012).

Cuando de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro en 2013, las palabras del Papa Francisco a los Obispos de Brasil, dieron nuevo impulso para reflexionar sobre la realidad política y religiosa de la Amazonia Legal (brasileña) para promover y defender la vida de los habitantes de esa ciudad región y su rica biodiversidad. "La Amazonia es un teste decisivo, banco de prueba para la Iglesia y la sociedad brasileñas ... Desde el inicio la Iglesia está presente en la Amazonia con misioneros, congregaciones religiosas, sacerdotes, laicos y obispos y allí continúa presente y determinante en el futuro de esa zona.

Estas palabras fueron incentivo para retomar las intuiciones de Santarém-1972, y actualizar las prioridades de entonces: formación de agendas de pastoral - comunidades cristianas de base - pastoral indígena - grandes proyectos - juventud.

 (DAp 475). A partir de ese nuevo impulso dado por el Papa Francisco, se crea la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM) en 09/2014, en Brasilia (DF). El nacimiento se da a partir de una provocación de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida (SP) en 2007, en cuyo documento se explicita: "Crear en las Américas la conciencia sobre la importancia de la Amazonia para toda la humanidad. Establecer entre las Iglesias locales de diversos países sudamericanos, que están en la cuenca amazónica, una pastoral de conjunto con prioridades diferenciadas para crear un modelo de desarrollo que privilegie a los pobres y sirva al bien común "(DAp 475).

A partir de ese documento, las entidades que se unieron para fundar esta red fueron: Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), Secretaría de América Latina y Caribe de Caritas (SELACC), Confederación Latino- y el Caribe de Religiosos y Religiosas (CLAR).

La REPAM está formada por los 9 países que forman la Pan-Amazonia: Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Guyana Francesa y Suriname.

Desde su fundación, REPAM-Brasil trabaja para tejer redes en defensa de CASA COMÚN. Su propósito es escuchar, acompañar, apoyar, animar, formar, servir, estimular, comunicar y unir las fuerzas para responder a los grandes desafíos socio-ambientales. Apuesta en el protagonismo de los pueblos amazónicos en la defensa y cuidado de la casa común a través de un servicio de interconexión y articulación de acciones entre, personas, comunidades, parroquias, diócesis, Conferencia de los Religiosos de Brasil, Organizaciones y movimientos eclesiales.

En 2015, con la publicación de la "Laudato sí" sobre el cuidado de la casa común, el Papa Francisco, critica el consumismo y el desarrollo irresponsable y hace un llamamiento al cambio ya la unificación global para combatir la degradación ambiental y el cambio climático.

En el año 2017, el papa Francisco convocó a la Asamblea especial del Sínodo de los Obispos para octubre de 2019, con el tema "Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral". "Propuso como objetivo," identificar nuevos caminos para la evangelización de aquella porción del Pueblo de Dios, especialmente de los indígenas, a menudo olvidados y sin perspectivas de un futuro sereno, también a causa de la crisis de la Selva Amazónica, pulmón de capital importancia para nuestro planeta ".

A partir de la Convocatoria para el Sínodo, los miembros de la REPAM se organizaron en una gran articulación para que en las diócesis de los países implicados hubieran asambleas dando prioridad de participación a los indígenas y en la que pudieran escuchar a la población local. Para ello elaboraron un cuestionario, enviado a las diócesis y respondido por los participantes de las asambleas. Con el material recogido fue elaborado el documento preparatorio en el que constan los asuntos que estarán en la pauta del Sínodo para la Amazonia. Este documento se encuentra en el sitio de la REPAM.

2. La Pan Amazonia, la situación de los pueblos indígenas e implicaciones para el futuro de la Amazonia y del planeta

La Pan Amazonia es una región con 7,8 millones de km²,  donde viven 33 millones de habitantes, siendo que:

Población Indígena: 2.779.478; Pueblos Indígenas: 390; Pueblos “aislados”: 137; Lenguas habladas: 240;

Familias lingüísticas: 49; Familias más numerosas: Aruak, Karib e Tupi-Guarani

Pueblos indígenas en la Amazonia brasileña: Pueblos indígenas: 180, Población Indígena: 433.363, Lenguas indígenas: cerca de 150;Tierras indígenas: 620

En el principio de la invasión de Brasil, en 1500, se hablaba 1.200 lenguas en la región.

Todo este territorio es visto por muchos como un gran vacío demográfico, sin utilidad, a ser explotado. Esta visión, absolutamente equivocada, ha sido trágica para los pueblos indígenas sobrevivientes de siglos de masacres y de dominación, y también para las comunidades tradicionales.

A partir de 1960-70, las políticas de desarrollo e integración de la Amazonia provocaron una ola de violencia que golpeó a los pueblos indígenas. Las carreteras como la Transamazónica, la Belém-Brasília, BR-364, BR-174 y la Perimetral Norte rasgaron la foresta. Las tribus Waimiri-Atroari, Yanomami, Arara, Parakanã, Cinta Larga, Nambikwara, entre muchos otros, fueron duramente golpeados por las epidemias y por expediciones de exterminio con participación del poder público.

En 2012, los estados que componen la Amazonia concentraron, 489 de los 1.067 conflictos por tierra registrados en el país (45,8%), que involucra desocupaciones, resistencia y enfrentamientos motivados por el acceso a la tierra. En ella se concentraron el 58,3% de los asesinatos (21 de 36); 84,4% de los intentos de homicidio (65 de 77); 77,4% de las amenazas de muerte (229 de 296); 62,6% de los presos (62 de 99); 63,6% de los registros de agresión (56 de 88); y el 67% de los casos de trabajo esclavo. La expansión de la industria extractiva mineral es señalada como uno de los principales responsables de las ocurrencias. (Informe CPT).

Hoy hay una retomada de los megaproyectos de infraestructura, a través del Programa de Aceleración del Crecimiento - PAC, articulado con la IIRSA (Iniciativa de Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana). En este medio tan codiciado están los pueblos indígenas, quilombolas, comunidades tradicionales, el pueblo amazónico y sus derechos, duramente alcanzados y atacados.

Esta realidad es particularmente amenazadora para los pueblos en aislamiento voluntario, acosados por todos lados, con sus espacios territoriales cada vez más limitados y vulnerables. Los pueblos indígenas de Brasil están bajo fuerte ataque a sus derechos territoriales que parten de los Tres Poderes de la república: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Después de las conquistas constitucionales, los derechos indígenas nunca estuvieron tan amenazados como hoy

Además de la realidad de los pueblos que allí viven desde el punto de vista ambiental, el número de alertas sobre deforestación y degradación del Bosque Amazónico aumentó en un 35% entre agosto de 2012 y julio de 2013. Las imágenes de satélites usadas por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), mostraron que, entre agosto de 2012 y julio de este año, las áreas posiblemente devastadas llegaron a 2.766 Km².

Las previsiones para la Amazonía, según el estudio del Panel Brasileño de Cambio Climático, organismo científico creado por el gobierno federal en 2009 son alarmantes:

- Hasta el año 2040: reducción en un 10% en el volumen de lluvias y aumento de temperatura de 1ºC a 1,5°C.
- De 2041 a 2070: disminución de 25% a 30% en las lluvias y alta de temperatura entre 3°C y 3,5°C.
- De 2071 a 2100: reducción en las lluvias del 40% al 45% y aumento de 5°C a 6°C en la temperatura.

La deforestación puede agravar la situación elevando aún más la temperatura y disminuyendo la humedad - condiciones propicias a la sabanización de la Pan Amazonia. Se suma a esta realidad la de la minería, de la caza ilegal y otras que contribuyen a la degradación ambiental.

3.Importancia del Sínodo para la Amazonia

Este es un sínodo con características especiales: el aspecto participativo desde su organización (expertos para la elaboración colectiva, conocedores de la realidad y con una mujer en el equipo), contenido y metodología sinodal (desde la preparación, celebración y aplicación de las orientaciones sinodales); un sínodo pensado a partir de la escucha de las bases -lo que constituye un cambio de paradigma- no viene jerarquizado; la composición del consejo pre-sinodal con las 7 conferencias episcopales de los países de la Panamazonia y la REPAM; la elaboración del instrumento de trabajo a partir de consulta a la población y la expectativa de una extensión de Laudato Si. En fin un Sínodo no ORDINARIO, lo que abre espacio para intervenciones y sugerencias.

Un Sínodo para CONOCER la riqueza del bioma, los saberes y la diversidad de los Pueblos de la Amazonia, especialmente de los pueblos indígenas, sus luchas por una ecología integral, sus sueños y esperanzas.
Un Sínodo para RECONOCER las luchas y resistencias de los Pueblos de la Amazonía que enfrentan más de 500 años de colonización y de proyectos desarrollistas pautados en la explotación desmedida y en la destrucción del bosque y de los recursos naturales.

Un Sínodo para CONVIVIR con la Amazonia, con el modo de ser de sus pueblos, con sus recursos de uso colectivo compartidos en un modo de vida no capitalista adoptado y asimilado milenariamente.

Un Sínodo para DEFENDER la Amazonia, su bioma y sus pueblos amenazados en sus territorios, injustificados, expulsados de sus tierras, torturados y asesinados en los conflictos agrarios y socio ambientales, humillados por los poderosos del agro negocio y de los grandes proyectos económicos desarrollistas.

Este evento es a la vez regional y universal: Regional porque busca encontrar juntos respuestas adecuadas a los grandes desafíos pastorales y sociales de la región Pan-Amazónica; Universal, pues es un evento que universaliza el propio Sínodo. Aunque las cuestiones sean locales, tienen dimensión mundial; van más allá de las cuestiones específicas del Sínodo con respecto a los nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral.

La Amazonia dio nombre al Sínodo por ser el mayor de los biomas y lo más importante, pero junto a él, tenemos otros de fundamental importancia para la vida del planeta: el Acuífero Guaraní, los Bosques tropicales de Asia Pacífica, el Corredor biológico mesoamericano y la Cuenca fluvial del Congo.

Aunque son tesoros locales, ellos pertenecen a la humanidad, y corresponde a todos nosotros cuidar y luchar por nuestra tierra que clama por el uso irresponsable de estos bienes, pues estamos viviendo una crisis urgente que necesita ser superada aún en el siglo XXI, de lo contrario será demasiado tarde . Algunos datos impresionan por su gigantesco alcance:

ü  Esa región absorbe mil millones de gas carbónico al año, sin ella el planeta explotaría.

ü  Los flujos de agua son los mayores multiplicadores de humedad del mundo.

ü  Hay un sistema natural en el que el viento cargado de humedad que viene del océano atlántico entra en la región de la Pan Amazonia descargando abundante lluvia sobre ella; las nubes chocan con los Andes que no las deja pasar al Océano Pacífico. Parte de esa humedad se precipita como nieve en las montañas y el deshielo alimenta los ríos amazónicos. Otra parte de las nubes es desviada hacia el Norte y el Caribe y hacia el sur fertilizando el Continente. Este sistema es como una bomba de vida y se deja de funcionar, será irreversible

ü  La pan Amazonia es un bioma interconectado e interdependiente y es ese dinamismo propio que debemos entender para cuidar. Hay un delicado intercambio entre la hidrosfera, la atmósfera y la geosfera; la destruición de uno compromete a los demás

ü  La destrucción de la selva y las quemas interfieren en el clima, provocan sequías. En 10 años ya hubo 3 grandes sequías. Por el ciclo natural sería 1 cada 100 años. Si continúan las quemas y destrucción de la selva, se corre el riesgo de que del 30% al 60% se convierta en sabana. Si cruzamos ese límite, no habrá retorno y el calor aumentará de manera insoportable. Los pueblos que viven de las riquezas naturales serán los primeros perjudicados y, entre ellos, los indígenas, los más amenazados, y que ya sufren con toda la destrucción realizada.

ü  Algunas áreas que fueron destruidas serán bosque, sabana, pero no se transformarán en selva y eso cambiará el clima. Mismo siendo un bioma local, es decisivo para la vida del planeta.

Este bioma, punto de equilibrio, está amenazado por la idea de progreso ilimitado que se fundamenta en la creencia de que los bienes del planeta son ilimitados, justificando así la voracidad con que las empresas lo destruyen haciendo uso abusivo de ellos. Se ve que el bien mayor no es el ser humano, sino el lucro a cualquier costo, pues estamos ante un modelo de desarrollo destructivo y de un sistema insostenible.

Somos llamadas a avanzar en algunas dimensiones:

ü  Trabajar en red, sumar fuerzas y creatividad;

ü  Vivir una espiritualidad ecológica que provoque cambio personal y comunitario con Dios, con los pueblos y con la naturaleza;

ü  Convertir el corazón – transformando nuestra vida personal;  

ü  Cambiar nuestro estilo de vida – vivir con sencillez;

ü  Levantar la voz, dentro de la esfera pública y a nivel mundial, para la necesidad de un nuevo paradigma de desarrollo.