Circular de Hermana Silvia Sosa - Paraguay

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Hermana Silvia Sosa

1953 - 2015

 

Nació: 10 de noviembre 1953

Pronuncia sus Primeros votos: 6/I/1982

 

Hace su Profesión Perpetua: 25/I/1989

 

Celebra su Pascua: 17 de noviembre de 2015

 

 

 

Asunción, 18 de noviembre de 2015

 

 

 

Muy queridas hermanas,

 

 

 

Cuando menos esperábamos nuestra hermana María Silvia fue llamada por el Señor, que la eligió desde toda la eternidad.

 

 

 

 María Silvia Sosa Arguello, nació en una familia profundamente cristiana, en la compañía Concepción-mí, departamento del Guairá. El 19 de marzo del año 1981, ingresa al postulantado en la Casa Provincial de Asunción, el 6 de enero del año siguiente toma el hábito religioso, pronuncia su Primera Profesión el 6 de enero de 1984 y hace su Profesión Perpetua en la Parroquia San Pablo de Caazapá, el 25 de enero de 1989.

 

Cuando ingresó a la Congregación ya era modista, siempre se ocupó de la lencería en las comunidades que le tocó vivir, ha confeccionado muchos hábitos y bordado manteles para el altar del Señor.

 

 Trabajó en varias comunidades, en la Guardería “Santa María” como encargada de los niños a quienes cuidada con tanto cariño y esmero. También se ocupaba de la lencería, siempre había ropitas que coser, ya sean nuevas o usadas.

 

 Estuvo en “Hospital Regional” de Encarnación, ocupándose de la lencería y la cocina, ella en su humildad y entrega todo lo hacía con delicadeza  para el bienestar de todas sus hermanas y las personas con quienes trabajaba.

 

De allí nuevamente volvió a la Guardería “Santa María”, como responsable de los niños, la catequesis de los niños y jóvenes.

 

Al Año siguiente el Señor le encomienda la misión en el Hogar “María Goretti”, responsable de las jóvenes estudiantes y la cocina.

 

En 1992 su destino fue la Comunidad de Caazapá. Allí se desempeñó como profesora de Artes Plásticas y Catequesis.

 

 Esta vez le esperaba la Casa de Formación de San Lorenzo, donde ha acompañado a las jóvenes con paciencia y ternura, con humildad y alegría. Cuando la Casa de Formación se mudó a Luque, también formó parte de la misma. Desde allí trabajó en Oñondivepa, en una escuela de Fe y Alegría. Ejerció la cátedra de Trabajo y Tecnología.

 

Se trasladó a la Comunidad de Caacupemí, Casa de Retiro, donde las hermanas reciben y atienden a muchas personas, ella siempre atenta y generosa con todas.

 

 Su dolor se acentuaba, para seguir mejor su tratamiento se mudó a la Residencia donde pasó sus últimos tiempos.

 

Le tocó sobrellevar una enfermedad muy dolorosa llamada Esclerodermia, que ataca los pulmones, el estómago y calcifica los huesos que asumió con paciencia y amor.

 

 Para todas ha sido un modelo de aceptación, ha soportado varios años, muy acentuado los últimos, sin quejas, sin amargura. Ella sabía que el final estaba cerca y lo afrontaba en su fe profunda. Diríamos que Santa Emilie, en su canonización, le había infundido serenidad en la enfermedad.

 

Una mujer que supo ser compañera de camino, con esa actitud de servicio e interés por cada hermana y persona que hacía parte de su vida. Se podía confiar en ella, amiga de hacer bromas en su juventud y sin perder la calma en su edad madura.

 

Amaba los espacios de gratuidad, del compartir y celebrar los acontecimientos tanto de la Congragación, Provincia y familia.

 

María Silvia con su entrega silenciosa vivió profundamente el Carisma y Espiritualidad Azul. El “Sólo Dios” ha sido el motor de su vida hasta el último, eso le ayudó en los momentos más difíciles, cuando ya la enfermedad llegaba a su fin.

 

“Recen por mí”  decía con insistencia, partió a casa celestial agradeciendo profundamente por todas las atenciones recibidas, dejando como testimonio de vida y entrega; la sencillez, la alegría, el amor, el don de la fe, la ilusión, la acogida y la generosidad.

 

 Las que tuvimos la dicha de caminar juntas con ella, hemos sentido su apoyo, su fe recia, su rectitud y serenidad en los problemas.

 

Santa Emilie recibió una de sus hijas, por la que damos gracias a Dios por el don de la vida y la muerte de Sor María Silvia.

 

                                                               Sus hermanas de Paraguay - Venezuela