CASTRES Casa Madre

  Domingo 9 de febrero de 2014

 Los miembros de la Asociación de obras de Emilie de Villeneuve organizaron un “Bingo” para ayudar a la misión de Mekambo en el extremo norte de Gabón.

 Con la participación de cada uno y el estímulo de las hermanas de la Casa Madre, pasamos un tiempo agradable de convivencia.

Los ganadores se fueron satisfechos porque los lotes eran de calidad.

 Luego, llegó la hora del balance: ¡el resultado es muy alentador!.

 Invadimos la cocina del “convento azul” para organizar una comida que reunió a hermanas y laicos.

 De esta manera, se consolida la amistad, las hermanas felices de sentir que caminamos con ellas.

Era en 1969, el barrio de l’Ameilhé estaba naciendo después de « Mayo 68 ». Gracias a los acuerdos de “Grenelle” los obreros conseguían facilidades para acceder a la propiedad. Un grupo de cristianos escribía al arzobispo de Albi y le pedían “una comunidad religiosa en el nuevo barrio “para que nos recuerden las exigencias de nuestro bautismo”.

Y así fue como Mère Marie YvonneSERVONNET, soeur Thérèse DUFRENE y soeur Pauline ACOSTA, recibieron la misión de servir a Cristo en el barrio. Alquilando primero en el n° 23 de la calle Auguste Renoir, luego accediendo a la propiedad, como todos los nuevos habitantes, en el n° 13 de la calle Camille Saint Saëns.

Servicio de los enfermos a domicilio y en nuestro dispensario; acogida de los que llegaban más o menos desorientados; trabajo pastoral: catequesis, liturgia, acción católica… Lo que más urgía: reunirnos! Formar grupos, para obrar juntos. Y, sostenidas por sacerdotes verdaderamente misioneros, vimos así florecer la Acción Católica de los niños: ACE, y sus campamentos anuales en Montredon-Labessonnié; la Juventud Obrera Católica: JOC, movilizando a jóvenes, dando hasta responsables nacionales…; el Comité Católico contra el hambre y por el Desarrollo: CCFD; la Acción de los Cristianos por la Abolición de la Tortura: ACAT… y las familias, padres iniciando a sus pequeños en la fe y descubriendo a Cristo al mismo tiempo y a la Iglesia y la necesidad de comprometerse más… En lo social también, con la asociación “LA CLE”, en donde con nosotras, muchos cristianos se han comprometido y siguen haciéndolo.

Muchas hermanas han pasado y dejado huellas en el barrio. Este año nos vemos obligadas a cerrar la comunidad, aunque nos duele. Nos quedamos en Castres y nos veremos, pero desde ahora queremos dar gracias por todo lo que hemos vivido CON VOSOTROS durante estos años en el barrio. El Señor ha hecho maravillas: somos testigos y viviremos para cantar un MAGNIFICAT ininterrumpido, pensando en todos y en cada uno de nuestros vecinos.

     Sœurs: Joël DEROSIAUX, Christiane SWAENEPOËL et Marie José ACOSTA (Pauline)

Eso es lo que la comunidad de l’Ameilhé ha hecho el domingo 29 de enero. Acaba de llegar a nuestra calle un matrimonio con dos chiquillos: 4 años y medio el mayor y 2 el pequeño. Todos los que vivimos en nuestra calle somos jubilados… “encontrarse” es algo que no resulta fácil.

Hemos lanzado una invitación para compartir el pastel de Reyes y nos hemos reunido. Los chavales no estaban impresionados entre tantos “abuelos” y “abuelas”, fueron coronados y terminaron durmiendo en el sofá. Mientras saboreábamos los dulces se desataron las lenguas. Los antiguos explicaron a los recién llegados lo especifico de nuestra calle… los hechos que nos han impactado… y nos separamos decididos a volver a encontrarnos para compartir.

El sacerdote fue a su encuentro por la tarde. Los encontró felices a pesar de los chubascos que amenizaron la ruta. Preparados a subir a la montaña para llegar mañana a la Capellette. Nosotras, en el llano… rezando por esos niños y sus catequistas. “Señor, que te descubran, como los discípulos de Emaús. ¡Que conserven a lo largo de la vida ese compañerismo vivido contigo durante este “catecismo-vacaciones”!

Añadimos la oración que han compuesto juntos al terminar: “Abba, gracias por este camino y todo lo que hemos descubierto. Guarda en paz a nuestros padres. Acompaña a todos los peregrinos. Amén.”

Fotos

Tiempo de vacaciones pascuales, no obstante al llegar a misa vemos coches y niños acompañados de sus padres, la escuela está al lado del Centro Ecuménico -nuestra parroquia- y se unen a nosotras. El sacerdote les espera. 7 niños de 9/10 años se preparan a hacer la primera comunión y, en el cuadro de “catecismo-vacaciones” van a vivir intensamente la catequesis.

Ahí están, con la mochila repleta y el cayado del peregrino, a punto de marcha. Los padres, que conocimos cuando tenían la misma edad que sus pequeños, les rodean durante la eucaristía. Lectura de una carta de Santiago y Evangelio, bien comentados, para nutrir el camino… Luego, se firma el documento que hace auténtico el hecho con el sello parroquial… Todo se hace con las de la ley y muy seriamente. Y se van, a recorrer los 20 Km. Que les separan del primer albergue: Dourgne.