El grupo Amigos de Emilie de Barcelona hemos vivido con mucha emoción primero el proceso de beatificación que comenzó en el Obispado de Barcelona, la celebración de la proclamación de Beata de la Madre Emilie en Castres, y luego el largo proceso de santificación de Emilie hasta su culminación con la proclamación por el Santo Padre en Roma.
Un grupo de 52 personas muy ilusionadas formado por hermanas y laicos/as nos encontramos a las 5h. de la mañana en el aeropuerto de Barcelona para viajar a Roma y durante tres días compartir con hermanas i laicos/as de otros lugares la experiencia del reconocimiento por parte de la Iglesia de que durante toda su vida Emilie tuvo siempre a “Solo Dios” como referencia encarnado en los más pobres y necesitados.
La celebración de la Vigilia en la Iglesia de San Luis de los Franceses llena hasta los topes de personas venidas de todos los lugares en los que la Congregación está presente, hicieron que fuera muy festiva y participativa. Luego a la mañana siguiente en la Plaza de San Pedro la emoción llegó a su punto máximo cuando el Papa Francisco enumerando todos los puntos fuertes de nuestra Madre Emilie, destacando su entrega a la dignificación de las personas más vulnerables, la proclamó Santa. Por la tarde la fiesta en la Casa de las hermanas en Roma pudimos saludar, compartir y celebrar la alegría que nos embargaba a todos/as por la merecida proclamación de nuestra Santa Madre. A la mañana siguiente la Misa de Acción de Gracias nos reunió en la Basílica de San Pedro del Vaticano en la que el Obispo de Albi presidió la celebración y el grupo de Amigos de Emilie de Gabón que pudieron venir a Roma fueron los encargados de la animación de la Misa.
Para el Grupo Amigos de Emilie de Barcelona que pudimos estar presentes en este gran acontecimiento ha sido la culminación de todo un proceso en el que durante casi veinte años hemos ido conociendo la vida de nuestra Madre Emilie y como poco a poco ha ido influenciándonos en nuestra vida cotidiana. Cuando Nuria Bayó nos animó a formar el Grupo empezamos un proceso de “conocer” mejor cúal era la espiritualidad encarnada de Emilie que nosotros conocíamos a través del trato de acogida de las hermanas del Colegio de Horta donde estudiaban nuestras hijas, pero sabíamos poco de la Fundadora de la Congregación. Hemos profundizado en su conocimiento, hemos visitado los lugares en los que ella vivió y hemos intentado seguir su ideario “Solo Dios” , dentro de las posibilidades personales y familiares de cada uno y con las hermanas colaborando como grupo en todo lo que hemos podido hacerlo.
Este reconocimiento de Emilie culmina un proceso dentro de la Iglesia pero para las hermanas i laicos/as de la Congregación es un motivo más de coraje y de fuerza que nos da Emilie para seguir dignificando la vida de las personas sean de donde sean y tengan las circunstancias que tengan.
María Teresa Hostench